Facundo Cabral, cantor y Masón

Aunque muchos no lo saben, el cantautor fue un gran referente de la masonería

Curiosidades 11 de abril de 2024 albarracin.cesar@gmail.com [email protected]
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Rodolfo Enrique Facundo Cabral, célebre figura nacida el 22 de mayo de 1937 en La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina, trascendió como un destacado miembro de la comunidad masónica cuya vida estuvo marcada por la búsqueda de la verdad, la fraternidad y la justicia.  Forjó su historia entre la realidad y el mito, entre los claroscuros de una vida marcada por la adversidad y el inquebrantable espíritu de superación.

Desde su nacimiento, su vida estuvo marcada por la ausencia paterna y las dificultades familiares. Su infancia transcurrió en Berisso, para luego emigrar junto a su madre y hermanos a Tierra del Fuego, al sur de Argentina. A la temprana edad de 9 años, se vio inmerso en una odisea que lo llevó a escapar de su hogar en busca de un futuro mejor.

Los primeros años de Cabral estuvieron marcados por la adversidad y la marginalidad. Enfrentó desafíos como el alcoholismo desde una edad temprana y se vio involucrado en situaciones de violencia que lo llevaron a prisión. Sin embargo, su destino cambió cuando un sacerdote jesuita, conocido como el Padre Simón, le brindó apoyo y educación en el reformatorio, despertando en él el amor por la literatura y la música.

Iniciado en la masonería en la R.L.S. Espíritu Libre Nº 31, Cabral encontró en la Orden un espacio de aprendizaje, crecimiento personal y servicio a la humanidad. Su compromiso con los principios masónicos se reflejó en su incansable lucha por la justicia social y su dedicación a la causa de los más desfavorecidos.

Con el tiempo, Cabral encontró en la música una vía de expresión y transformación personal. Inició su carrera como guitarrista, cantante y compositor, adoptando el nombre artístico de "Facundo Cabral". Su canción "No soy de aquí, ni soy de allá" lo catapultó al reconocimiento internacional, convirtiéndose en un ícono de la música latinoamericana.

A lo largo de su vida, Cabral encarnó los valores masónicos de libertad, igualdad y fraternidad. Su música, impregnada de mensajes de paz, amor y solidaridad, resonó en los corazones de millones de personas en todo el mundo, inspirando a generaciones con su mensaje de esperanza y reconciliación.

En momentos de adversidad, como el exilio durante la dictadura militar en Argentina, encontró refugio en países como México, donde continuó su labor artística y su compromiso con la comunidad. Su participación en la masonería mexicana reflejó su búsqueda de valores universales y su compromiso con el bienestar colectivo.

El legado de Facundo Cabral trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, recordándonos que la verdadera grandeza reside en el espíritu humano y su capacidad para transformar la adversidad en inspiración. Su vida y obra continúan siendo un faro de esperanza y un llamado a la reflexión sobre el verdadero sentido de la existencia.